En tiempos en los que vivi en mi querido terrunio las fuentes de energia ,para cocinar, eran limitadas, se usaba lenia de tola que se extraia del altiplano y que hoy en dia practicame ha quedado casi desierto por esta practica de extraccion indiscriminada, los hidrocarburos recien se estaban empezando a usar ,el querosen llego con los anafes a la pulperia.
En nuestra casa usabamos takia o taquia , que era el escremento de las llamas secados y que unos campesinos(Indios) traian al pueblo en recuas de llamas ,generalmente los domingos, nosotros los chicos de la casa y una entraniable nana(sirvienta) de nombre Julia, que trabajaba en la casa nos ocupabamos de ir a la altura del puente de Santa Elena y hacia Patahuanini, sobre la linea del tren a Uncia a esperarlos y alli conversar para que nos vendieran a cuanto y cuantas cargas, habia que hacerlo en quechua,por eso sera que aprendi esta lengua en la practica,
Hecha la transaccion los llevamos a la casa, descargaban las bossa y hechaban a los contenedores ,despues mi abuela les pagaba y les invitaba un poco de comida y a veces les obsequiaba pan o un poco de azucar que ellos apreciaban.
La Taquia desprendia una temperatura que hacia de los guizados exquisita comida por su combustion uniforme y armoniosa, con el tiempo desaparecio,aunque para elaborar la chicha era materia prima infaltable .
Gracias a los llameros mi paladar disfruto de buena alimentacion y exquisito calor en la cocina,el mejor lugar de reunion familiar....
En nuestra casa usabamos takia o taquia , que era el escremento de las llamas secados y que unos campesinos(Indios) traian al pueblo en recuas de llamas ,generalmente los domingos, nosotros los chicos de la casa y una entraniable nana(sirvienta) de nombre Julia, que trabajaba en la casa nos ocupabamos de ir a la altura del puente de Santa Elena y hacia Patahuanini, sobre la linea del tren a Uncia a esperarlos y alli conversar para que nos vendieran a cuanto y cuantas cargas, habia que hacerlo en quechua,por eso sera que aprendi esta lengua en la practica,
Hecha la transaccion los llevamos a la casa, descargaban las bossa y hechaban a los contenedores ,despues mi abuela les pagaba y les invitaba un poco de comida y a veces les obsequiaba pan o un poco de azucar que ellos apreciaban.
La Taquia desprendia una temperatura que hacia de los guizados exquisita comida por su combustion uniforme y armoniosa, con el tiempo desaparecio,aunque para elaborar la chicha era materia prima infaltable .
Gracias a los llameros mi paladar disfruto de buena alimentacion y exquisito calor en la cocina,el mejor lugar de reunion familiar....
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