Pase mi primera infancia y mi adolescencia en un campamento minero,y la vida en el es muy distinta de como vivi despues en la ciudad,
En las minas las viviendas son proporcionadas por las empresas y son basicas, uno o dos dormitorios,una cosina,y una salita o comedor,con instalacion de luz por horas y limitada,los servicios de agua y de higene son publicos.de cualquier manera ademas de habitar se desarrolla una serie de actividades que no hay en la ciudades,como la convivencia con los vecinos,los juegos comunes o las conversaciones entre las madres,sin que no falten ,como en toda vida comunitaria los conflictos interpersonales, resueltos muchas veces en la oficina de bienestar.
Lo que mas recuerdo son los juegos comunes, por las tardes saliamos a jugar entre vecinos al futbol,a oculta oculta, a saltar con cuerda, a la ollita o a marcadores,las mujercitas organizaban seciones de cosina o charlas sobre sus muniecas.En todas estas actividades primaba la solidaridad,la mistad y el orgullo de ser de tal o cual barrio.
Hoy despues de tanto tiempo puedo pensar que era y fue hermoso ser ninio en un campamento minero, donde un pedazo de pan mitigaba nuestra hambre y un poco de agua de la pila eran suficientes para calmar la sed.La solidaridad no era una palabra ,era un practica diaria,los amigos eran mas constantes y fieles.
Amistades que perviven hasta hoy y nos hacen recordar de bellos tiempos.
