En el mes de Octubre había una fiesta que no se podía perder nadie,era la fiesta de la virgen del Rosario, se festejaba en Venta y media ,un pueblito aledaño a Huanuni, que para estas fechas se llenaba de gente venida de los alrededores y algunas personas del interior del país.
Se iniciaba con una entrada de Danzarines de Diablada, Incas,Negritos encabezados por los pasantes,con cargamento y bandas de música. desde Huanuni hasta el pueblito,al día siguiente una demostración de las danzas y por la tarde relato en la plaza, de los Diablos y los Incas.
En el pueblito se organizaban carpas con comida, bebida y algunas con orquestas se expendía mucha chicha, cerveza ;comidas como los picantes mixtos,conejo, fricasé chicharrón y por las mañanas las Laguas con su aji colorado.Habían artesanías de Arcilla,de lata o madera.
Para nosotros0s ,los chicos,era todo un acontecimiento,ver tanta gente, danzas y alguno que otro hecho propio de gente que bebía en exceso.
Mi familia participaba, yendo al pueblito en camión o a pie y luego mi madre tasladaba su comida que nos serviamos al pie del cerro y después a pasear por el pueblo y admirar las danzas y los comercios en las calles..
Que bonita fiesta, en medio del árido altiplano y para mi era una experiencia que se repitió hasta casi mis 17 años.
Se iniciaba con una entrada de Danzarines de Diablada, Incas,Negritos encabezados por los pasantes,con cargamento y bandas de música. desde Huanuni hasta el pueblito,al día siguiente una demostración de las danzas y por la tarde relato en la plaza, de los Diablos y los Incas.
En el pueblito se organizaban carpas con comida, bebida y algunas con orquestas se expendía mucha chicha, cerveza ;comidas como los picantes mixtos,conejo, fricasé chicharrón y por las mañanas las Laguas con su aji colorado.Habían artesanías de Arcilla,de lata o madera.
Para nosotros0s ,los chicos,era todo un acontecimiento,ver tanta gente, danzas y alguno que otro hecho propio de gente que bebía en exceso.
Mi familia participaba, yendo al pueblito en camión o a pie y luego mi madre tasladaba su comida que nos serviamos al pie del cerro y después a pasear por el pueblo y admirar las danzas y los comercios en las calles..
Que bonita fiesta, en medio del árido altiplano y para mi era una experiencia que se repitió hasta casi mis 17 años.