jueves, 18 de noviembre de 2010

El desmonte



Una cosa que me impresiono mucho,cuando vivía en mi pueblo era la existencia de un paisaje que no era natural,mas bien era producto de la actividad humana,y era la presencia de montículos de piedras paralelas al rió,desde la altura del Colegio "Ayacucho ,hasta las proximidades de Playa Verde.
Las piedras eran de distinto tamanio ,y la altura de estos montículos podía bien pasar el metro y medio.
Como y para que hicieron este trabajo?
Antes trabajaron con una draga, en el rió en busca de venero, que era otra manera de seleccionar minerales de estanio que hay en la zona.
La draga era una especie de ingenio flotante que contaba con una excavadora y una seleccionadora,dentro trabajaban palliris en la labor de escoger de una cinta sinfín los trozos de venero que después este material era seleccionado y purificado en una planta de Playa Verde;era de proporciones inmensas, desde mi punto de vista,yo la conocí parada en las cercanías de Playa Verde y era impresionante verla en medio del rió.
Por que dejaron de trabajar y cuando no tengo datos exactos ,posiblemente lo hicieron después de la revolución del 52,pero las huellas que dejo todavía quizá hoy se puedan ver o quizá ya desaparecieron ,como los grandes arenales de Santa Maria y la estación.
Este paisaje era muy visitado por nosotros los estudiantes y otros jóvenes del pueblo,por que tenia su lado romántico y habían sitios donde se podía gozar de intimidad,hasta había un estanque de agua cristalina en el que habían algunas plantas acuáticas que le daban una hermosura especial.
Seguro que aquí nacieron y murieron muchos grandes amores,en mi caso, aquí creció un gran amor que por cosas del destino no termino en la iglesia....

lunes, 1 de noviembre de 2010

A principios de "La primavera "



Septiembre mes de la primavera, se notaba por que había un clima un poco mas agradable que el frió casi permanente,Los pocos arboles se ponían verdes,y comenzaban a adornarse de flores algunos lugares como la plaza o la Loketa.En Playa verde y venta y media el verde ganaba los campos,y renacía en mi la esperanza de mejores días.
Con mi mayor tesoro, que era mi bicicleta, recorría estos lugares,junto a mi radio a pilas,amarrada al manubrio.
Comenzaba este mi viaje, pasando el puente colgante,y luego siguiendo el camino paralelo a la linea del tren,y cerca de los desmontes,camino que después de adolescente recorrería,junto a mi primer amor,, subía luego a una altura desde donde se divisaba playa verde,bajaba raudamente, aprovechando la pendiente,llegando a las construcciones que habían la fondo doblaba a la izquierda para dirigirme a venta y media,recorriendo un camino de pedruscos y cerca del lecho del rió cantarino , de aguas claras y cristalinas.
Ingresando a la plaza del poblado,en esta época vacía, con alguna tienda chiquita abierta,era un placer comprar,pan que hacían en ese lugar,pan negro,ordinario, áspero,pero agradable cuyo sabor no he vuelto a disfrutar.
Para retornar,tomaba el camino que pasando el rió se dirigía al cementerio que estaba en la parte alta,este camino era parado casi a 45 grados, así que había que empujar la bicicleta.Llegando a las cercanías del cementerio aprovechaba para saludar a algunos conocidos míos que descansaban allí..
Una cosa que hacia con cierta frecuencia era luego ir a una elevación ,hacia la izquierda del camino que llevaba al pueblo,desde donde se veía el camino a Oruro y el horizonte del Altiplano ,alguna vez mi padre nos llevo ahí para espectar alguna carrera de autos que paso por el pueblo desde Oruro,hacia Llallagua.
Este lugar me gustaba por el Silencio que reinaba,por que se podía ver al pueblo en su totalidad,y parecía que estaba mas cerca del cielo.Me tendía cara al sol un buen tiempo para descansar y luego retornar,Una bajada rauda pasando por el Estadium Manuel Flores,cruzar la linea del tren y finalmente pasando los arenales llegar a mi casa en Santa Maria.Este fue uno de mis mayores placeres, todavía hoy la bicicleta es mi vehículo preferido,aunque moderno, con caja de cambio y todo,pero incomparable con mi vieja bicicleta a la extranio de vez en cuando.